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El prólogo: escribir sin conclusión
Esto se alienta por el prólogo de Doce Cuentos Peregrinos de García Márquez. Acuerdo con ése en la medida en que pinta el escribir casi como una aflicción. Es una búsqueda sin fin. Cada esbozo conlleva la frustración de que ése tampoco me alcanzó representar la idea del cerebro. Fue por aquel sentimiento de frustración y sin-finitud que me dejé de escribir hace un par de años. Sin conclusión concreta, ¿apenas hay un propósito? Dejarlo de lado realmente me facilitó la vida. Me salvó del dolor de tratar de explicar los sentimientos sin poder, el mismo dolor por el que gritan los bebés antes de expresarse articulados; cuando gritan, no…