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Tatiana ii

Me mudé a la península de San Petersburgo,
encantado del olor de la luna.  Las ondas de las estrellas flotan de estado en estado, atrayendo a monos
de todos los rincones y árboles.
Antes se empacaban en trenes y ya la arena rasca los entremedios de sus dedos y arrugas.
Sin esfuerzo, sus tensiones se relajan y sus sonrisas se desatan.
Años atrás, durante pandemia, Tania y yo, por su cumpleaños, visitamos L’Hermitage online.  Me deslumbraron las dimensiones de la estructura e historia.  Siglos de geneologías luchándose abstraídos a dos dimensiones, a veces tres en escultura, transmitidos en salas virtuales, mediante ondas .5GHz entrecortadas entre el viento húmedo de la Isla Tilghman, el satélite y las montañas secas de Madrid.
Aun así, uno piensa caminando los salones y corredores del museo más grande del mundo qué rayos significan comunismo e imperio – si no es lo mismo lo que hacen las familias dirigentes rusas, estadounidenses, europeos, latinoaméricanos, orientales, africanos…
¿No es que jamás nadie se escape de la propiedad, acumulación, los efectos del ego en el mundo?
Las piedras de las que se construyen las paredes encierran una cantidad incomprensible de artefactos y pintura – realmente no terminan si comenzás a caminar, como las escaleras de Super Mario con temario medieval hasta rococó, y lo que pintes.
Pero un cumpleaños termina, el sitio se cierra y Tania y yo nos despedimos de la videollamada.  Apago el ordenador y miro hacia el Río Choptank.  La luna reflejándose contra el estuario de la bahía se convierte en pulpo que se camoflagea morado y amarillo.  Se arrastra entre los nubes que luego se derriten cayéndose no como agua sino cera de vela negra en el césped frente al estuario.
Sentado en un banco en el parque, de noche, años después, veo las luces bailando en el horizonte sobre la marina de Gulfport en la península de San Petersburgo, antes de volverme a un apartamento que me alquila un neoyorquino, y un camión que me concedió el banco, habiendo profesado mi amor por Tatiana, y pienso cuánto tiempo realmente pasó.

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